Si ya me había venido con un sabor de boca genial de la boda de Sonia&Javi, fue todo un lujo volver para hacer la postboda de esta pareja tan maravillosa.
Mallorca tiene ese algo mágico que da un toque especial a las fotos, y eso que a penas 1 hora antes de empezar la sesión estaba diluviando… pero ya sabéis, al mal tiempo buena cara. Por suerte, según nos dirigíamos de nuevo a playa de Muro, el diluvio se convirtió en cuatro gotas y se quedó un cieblo nublado y 24 grados que nos permitieron disfrutar al 100% esta sesión.
Empezamos en su casa, relajados, sin prisas y felices de volver a ponerse los trajes otra vez, tan sonrientes como en la boda, tan cariñosos como siempre. Son de esas parejas que te encanta tener al otro lado del objetivo por la energía y el buen rollo que contagian. Comentamos anécdotas del viaje de novios, Javi me enseñaba orgulloso sus pinitos fotográficos en los templos de Angkor, decía que le había picado el gusanillo de la fotografía ¡vas por el buen camino!
Hippie esta vez no pudo acompañarnos a la playa pero posaba como una campeona mientras ellos se vestían.
Son muchas las buenas sensaciones que me han venido a la mente al escribir este post y ver sus fotografías de nuevo, el viento que hacía, el tacto de la arena en los pies, el olor del mar, sus risas, sus miradas….Las fotos describen un día muy especial tanto para ellos como para mí, siempre digo que plasmo algo que ya está ahí y lo hago desde el corazón, sólo así puedo daros lo mejor de mí y daros aquello que os hace felices, vuestros recuerdos. En los que os podréis sumergir una y mil veces.
Chicos, sois geniales, sólo tengo palabras de agradecimiento por haber confiado en mí para formar parte en esta etapa de vuestras vidas. Espero que nos volvamos a ver pronto.
¡Un besote y abrazo enormes!