¡Cómo me gustan las parejas que se quieren con locura! Y sin duda, Sonia y Alfonso son una de ellas, no hay más que verles, cómplices, sonrientes, cariñosos, miradas llenas de amor…..felices al fin y al cabo. Da gusto cuando fotografías a personas tan encantadoras que se muestran tal y como son delante de la cámara.
Hicimos la sesión en la playa de El Saler, en Valencia, de donde son ellos y aunque hacía bastante viento, pudimos disfrutar de un atardecer precioso.
El mundo del baile hizo que se cruzaran sus caminos hace a penas un año, siempre digo que todo pasa por un motivo, si dos personas están destinadas a encontrarse, antes o después, lo harán. Y tal vez nuestros caminos se crucen más tarde para que pueda contar todas esas historias de amor que merecen ser contadas.
Sonia además toca el violín de esa forma que piensas «podría pasarme horas escuchándola» No me extraña que tuvieramos público espontáneo que se detuviera mientras ella tocaba.
Teníamos claro que el violín formaría parte de esta sesión.
Con ellos, mi frase: «Cuando todo fluye, la magia ocurre» se hizo realidad una vez más.
Chicos sois geniales, me encanta ser partícipe de estos momentos con parejas tan bonitas, sólo puedo desearos que sigáis (como mínimo) igual de enamorados que hasta ahora.
Besos y abrazos enormes.